Confesión de parte, pronunciamiento a viva voz, Tu presencia de Hecatombe puede leerse como una mixtura de testimonios que hace de las contradicciones humanas un regreso al génesis.
El escenario imaginado es Cerro Colorado, donde se ensayó la utopia anarquista como alternativa a la violencia senderista y por cierto al propio Estado.
Dimas, primero y Buenaventura después, son los enviados, las voces que claman en el cerro. Es parte de la historia de la caótica Lima que se funda y se refunda a sí misma, continuamente, invadiendo la calle, el desierto, las viejas casonas, el cerro. Personajes embarcados en experiencias límite y un temario organizado en los claroscuros sociales de la gran urbe; esta propuesta narrativo-lírica quema en nuestras manos a la manera de un manifiesto ideológico.
Novela épica, sutilmente concordada con los poema destinados para cada capítulo, de modo que se integren formando una unidad. Un conjunto armónico, sobrio, otra forma de amar la literatura.
El escenario imaginado es Cerro Colorado, donde se ensayó la utopia anarquista como alternativa a la violencia senderista y por cierto al propio Estado.
Dimas, primero y Buenaventura después, son los enviados, las voces que claman en el cerro. Es parte de la historia de la caótica Lima que se funda y se refunda a sí misma, continuamente, invadiendo la calle, el desierto, las viejas casonas, el cerro. Personajes embarcados en experiencias límite y un temario organizado en los claroscuros sociales de la gran urbe; esta propuesta narrativo-lírica quema en nuestras manos a la manera de un manifiesto ideológico.
Novela épica, sutilmente concordada con los poema destinados para cada capítulo, de modo que se integren formando una unidad. Un conjunto armónico, sobrio, otra forma de amar la literatura.
etsa mierda no se komprende es una pavada
ResponderEliminarla lectura paciente sirve, ya renegar es una señal de interés, insiste, vale la pena
Eliminares chevere el tema ia pero ... debería ser por cada capitulo el verso (s) que le corresponde
ResponderEliminarekatombe como apokalisis
ResponderEliminarsí es el apokalipsis
ResponderEliminar"...La poesía no es, no puede ser más que un refugio, su solo resplandor de incendio es una amenaza; es la guarida de las bestias feroces, el advenimiento de la era antropófaga, la selección de los peores instintos...conocimiento irracional de las cosas, los objetos son comestibles, las piedras ligeras como la brisa se cargan de nuevo sentido, una silla es un pájaro de alabastro que los poetas encadenan alrededor de sus cabezas fatigadas y fustigadas por el relámpago" (Moro)
ResponderEliminar"Caen los imperios para hacer reir a los bárbaros y yo aún,
ResponderEliminargozoso de darte todas las estrellas del cielo en un beso sobre tus ojos
todos los besos del mundo en una estrella sobre tu boca"
Se trata entonces de descubrir,esa relación vital en la vida misma del poeta concebida como gesto poético. La pasión de sus actos, tanto en la amistad como en el amor; la disconformidad total con el sistema y sus convencionalismos
ResponderEliminarAllá por las remotas
ResponderEliminarluces o aceros aún no usados,
tigres del tamaño del odio,
leones como un corazón hirsuto
sangre como la tristeza aplacada,
se baten con la hiena amarilla que toma la forma del poniente insaciable,
Largas cadenas que surten de los lutos,
de lo que nunca existe,
atan al aire como una vena, como un grito, como un reloj que se para
cuando se estrangula algún cuello descuidado
Oh la blancura súbita,
las orejas violáceas de unos ojos marchitos,
cuando las fieras muestran sus espadas odientes
como latidos de un corazón que casi todo lo ignora, menos el amor
al descubierto en los cuellos allá
donde la arteria golpea, donde no se sabe
si es amor o el odio
lo que reluce en los blancos colmillos
Acariciar la fosca melena
mientras se siente la poderosa garra en la tierra, mientras las raíces de los árboles, temblorosas,
sienten las uñas profundas
como un amor que así invade.
Mirar esos ojos que solo de noche fulgen,
donde todavía un cervatillo ya devorado
luce una diminuta imagen de oro nocturno
un adiós que centellea de póstuma ternura
(Aleixandre)
¡Oh no! Ahora soy un ciervo
ResponderEliminarYa me arrojan los perros
Devoran ¡Ay! mi carne
¡Ay! el hocico escarbando la herida
la tragedia reaparece
esta mirada no la olvida
(pág.88 TPDH)
¡arrrrrg!
Eliminar"Yacía ahí, con su camisa destrozada
ResponderEliminarParecía un jardín que los pájaros abandonan,
una canción en las tinieblas"
(Marsé)
...parecía un jardín que los pájaros abandonan, una canción en las tinieblas
ResponderEliminar...si te cuentan que caí, no les creas, soy el horror de la eternidad en persona
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