domingo, 1 de noviembre de 2009

DISCURSO DEL POETA WINSTON ORRILLO


”Señor Vicepresidente del Gobierno Regional del Callao, representante del Presidente Regional, señores miembros de la mesa de honor. Para mí es un placer un poco fatigado…como ustedes no ignoran este es el mes de las letras, entonces los que tenemos el gusto de perpetrar algunos libros, pues hemos sido requeridos y nunca nos negamos.

Encantado además porque no hay placer más grande para un lector que leer, y cuando Santiago Risso me presento a Vicente, por correo, yo dije ¡venga el libro! y el libro llegó. Y acá lo tengo, está totalmente subrayado y anotado, porque yo soy de los que lee con lápiz en la mano, no hay lectura que no requiera una concentración. Martí dijo ser cultos para ser libres y Mariátegui dijo una revolución que sea para los pobres no solo es la conquista del pan sino la conquista del arte, el pensamiento y todas las complacencias del espíritu.

Y este libro precisamente trata de eso, Vicente a mi me sorprendió mucho. Pues la obra es la historia de un luchador social que ingresa a una de las aventuras existenciales más representativas del Perú, la invasión de los cerros aledaños a la metrópoli. En este caso es un cerro invadido por gente que evidentemente no puede pagar y solo le queda la invasión como recurso. Pero el caso es que no es una novela así alucinada, sino es una novela que combina la narración con la poesía, y precisamente a mí me conmovió muchísimo.

Yo comencé por leer la poesía porque estoy familiarizado por mi formación profesional, porque de 30 libros que he publicado 25 son de poesía. Yo comencé por la parte de la poesía y me encontré con unos versos increíbles. Voy a leer: “ANULABA EL PAISAJE, ELLA ERA TODO EL PAISAJE…” ¡hombre! Bueno tenía dos tesis que corregir, tenía 40 exámenes que revisar, todo quedó marginado, y subí a leer, obviamente la lectura fue algo placentero. Vuelvo a leer: “DESCUBRÍ ASI QUE LA TERNURA ERA LA HERMANA MENOR DE LA COMPASIÓN”.

Este carácter aforístico, este carácter de la frase que nos conmueve y se queda con nosotros es una característica de un escritor que realmente ya superó la etapa del primer libro, pero ¿es el primer libro? No, también tiene… ¡un libro para niños! ya decía, no puede ser un primer libro, porque evidentemente acá hay ya una pluma, como decía Flaubert “no hay que leer lo que cuentan los ingenuos, la poesía y el arte no son obra de la inspiración”. Y es famosa la proporción aquella de 90% de transpiración y 10% de inspiración”.

Es decir, la inspiración sola no basta, sino que hay un trabajo. Para escribir una página, hay que haber leído cien páginas, esa es la proporción, el que escribe es de hecho un omnívoro lector, un lector así fundamental. Y luego aparece la obra, sin que uno copie la idea. Y este libro es un poema en prosa o una prosa poética, como quieran ustedes, a mí me llena de satisfacción, haber leído un libro que combina prosa y poesía. Yo creo que es una fórmula muy buena.

Vicente es abogado, tiene que lidiar con los papeles, tiene que lidiar con los expedientes. Yo también estudie abogacía, pero no era mi oficio. Me decidí por la literatura porque yo solo sé escribir, ese es mi oficio, no es un oficio rentable y en el Perú ¡Ni hablar!...pero da tremenda cantidad de placer. Ese placer que me dio por ejemplo cuando leí este libro que no conocía, porque acababa de salir y encuentro que sigue habiendo obras de arte.

En todo esto hay una llama inflamada en este libro, este es un libro que no se puede leer indiferente. El hombre que ha escrito este libro es un hombre con una profunda, una entrañable emoción. Y el drama del personaje que vive y que describe, es un drama cotidiano, es un drama de miles y miles de seres humanos que acaban arrastrados por el sistema. Yo creo que es importante felicitar al autor, porque felicitando al autor hacemos un acto de amor, porque escribir un libro es un signo de que la vida sigue estando viva y que nosotros seguimos creyendo en la vida.

Yo creo finalmente que este libro, que lleva un título interesantísimo: “Tu Presencia de Hecatombe”. Creo es la hecatombe precisamente el descubrimiento de la vida. La vida como una constante y como un himno invencible, es la lucha eterna de David y Goliat. En la que a pesar de todo el mecanismo apocalíptico que maneja Goliat, David -y Vicente es uno de ellos- siempre ganará la batalla. Gracias.”

*WINSTON ORRILLO LEDESMA: poeta, comunicador, escritor, doctor en Literatura y ex Director de la Escuela de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, autor de más de 20 libros de poemas, ganador del premio “Poeta Joven del Perú” en 1965, jurado de la Casa de las Américas en Cuba, catedrático en la UNMSM y la Universidad San Martín de Porres, autor entre otras obras de “La memoria del Aire”, “A la Altura de un Hombre”, “Orden del Día” y “Manual de Poesía Amorosa”